Los profesionales del Servicio de ORL del Complejo Hospitalario de Toledo reclaman medios y personal para el diagnóstico precoz de la hipoacusia

En un escrito remitido al Colegio de Médicos de Toledo y suscrito por la mayoría de los facultativos de ORL, piden a la Gerencia del Complejo Hospitalario la reposición de los aparatos con los que se realiza el cribado para la detección precoz de la hipoacusia en los recién nacidos, que llevan dando problemas desde hace años y no funcionan desde 2020, sino también que se restituya la plantilla de profesionales que lleva “recortada” al 50% desde 2016

Alegan que con los actuales recursos técnicos y personales no se puede acometer la detección precoz, el diagnóstcio, tratamiento y seguimiento de los niños con sordera, “mientras tanto las familias de estos niños están angustiadas, reclamando soluciones que no acaban de llegar y poniendo reclamaciones que no van a ningún lado”

Concluyen que “si queremos dar una asistencia de calidad no basta sólo con la buena voluntad, se necesitan medios y en esta patología concreta, que puede tener repercusiones tan favorables como negativas sino se diagnostica a tiempo, es urgente que la Dirección del Complejo adopte las medidas oportunas para solucionar el problema con la mayor brevedad posible”.

Os adjuntamos el texto completo del escrito que han hecho llegar al COMT:

LA IMPORTANCIA DEL DIAGNOSTICO PRECOZ DE LA HIPOACUSIA

La hipoacusia o disminución de la audición es una enfermedad que afecta a 1/1000 recién nacidos de forma profunda o severa, estas cifras aumentan a lo largo de la infancia porque existen hipoacusias de aparición más tardía.

La importancia de la detección precoz de la hipoacusia es hoy en día un problema incuestionable, avalado por la literatura científica, que determina el desarrollo, el pronóstico educativo y la inclusión social del niño sordo. Esta detección permite aprovechar el periodo de máxima plasticidad cerebral del niño (0-4 años) que resulta crítico para su desarrollo.

Se han visto grandes diferencias entre las personas sordas estimuladas precozmente (que pueden integrase plenamente en un entorno oralista) y las que lo han sido de forma más tardía o inadecuada.

En España, la CODEPEH (Comité para la Detección Precoz de Hipoacusia) trabaja activamente desde hace años en la detección precoz de la hipoacusia y elabora periódicamente recomendaciones no solo para la detección, sino también para el tratamiento y seguimiento de los niños sordos. Además, trabaja en estrecha colaboración con Asociaciones de padres de niños con hipoacusia como la FIAPAS, entre otras.

La CODEPEH establece varias fases en la detección y manejo precoz de la hipoacusia

1 Cribado auditivo (detección) que debe realizarse en los primeros 15 días de vida del RN. Para ello se utilizan dos pruebas OEA (otoemisiones evocadas auditivas) y PEAa (potenciales evocados automáticos). Este cribado debe ser universal, antes del alta del recién nacido, y especialmente cuidadoso en niños con factores de riesgo. Los niños que no superan estas pruebas deben pasar a la segunda fase o diagnóstica

2 Diagnóstico, antes de los 3 meses. Para descartar sordera debe realizarse un estudio de audición mediante PEAT (potenciales auditivos de tronco) y/o PEAee (Potenciales de estado estable). Son pruebas objetivas (los niños tan pequeños no pueden realizar una audiometría convencional), muy sensibles y específicas. Los niños afectados pasan a la fase 3

3 Tratamiento, que debe ser precoz, antes de los 6 meses, para conseguir una estimulación adecuada de las áreas cerebrales responsables de la audición, que en este momento presentan una plasticidad óptima que favorecerá el desarrollo y la integración del niño. Se realiza primero con audífonos y estimulación logopédica, si los audífonos no dan suficiente rendimiento se plantea un implante coclear

4 Seguimiento a partir de los 6 meses. También se lleva a cabo por Otorrino con PEAT y con PEAee y permite el seguimiento de los niños ya diagnosticados y la detección de hipoacusias de aparición más tardía que también se benefician de un tratamiento precoz.

De todo lo dicho, se ve el papel importante que juega el ORL, que participa activamente en todo este proceso, pero para ello necesita contar con los medios adecuados, en este caso se trata de los aparatos necesarios para la realización de PEAT y PEA ee.

El Complejo Hospitalario de Toledo realizaba estas pruebas, cómo y cuándo podía, a los niños de su área sanitaria con un aparato de PEAT muy antiguo que ha estado dando problemas desde hace años y con un personal reducido al 50% desde el 2016. Desde diciembre del 2020 ha dejado de funcionar definitivamente.

Durante todos estos años se ha ido solicitando incremento de personal para dicha realización, y la mejora de los medios técnicos. La solución a tal carestía siempre ha sido el silencio administrativo por parte de la dirección del Complejo Hospitalario de Toledo. Dicha situación ha llevado a presentar actualmente al menos 130 niños pendientes de realización de potenciales como fase diagnóstica, sin contar los niños que están en fase de seguimiento y que también precisan de esta prueba porque podrían presentar una sordera más tardía.

Recientemente, la solución que nos ofrecen es derivar a otros centros de la Comunidad a los casos más “urgentes”.

Mientras tanto las familias de estos niños están angustiadas, reclamando soluciones que no acaban de llegar y poniendo reclamaciones que no van a ningún lado

Teniendo en cuenta todo lo explicado y que vivimos en el siglo XXI, se deduce que lo que pedimos (medios y personal) no es ninguna extravagancia sino algo absolutamente razonable y común en los Servicios de ORL de toda España. Si queremos dar una asistencia de calidad no basta sólo con la buena voluntad, se necesitan medios y en esta patología concreta, que puede tener repercusiones tan favorables como negativas sino se diagnostica a tiempo, es urgente que la Dirección del Complejo adopte las medidas oportunas para solucionar el problema con la mayor brevedad posible.