Dra. Valle Coronado: “Durante la pandemia hemos tenido que cambiar la forma de afrontar la relación con nuestros pacientes, pasando a priorizar la salud pública”
Vocal de la Comisión de Deontología del Colegio de Médicos de Toledo ha participado en el VII Congreso de Deontología del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos que se ha celebrado en la corporación colegial el pasado fin de semana y que se prolongará los días 23 y 24 de abril
Para la Dra. Coronado “la deontología explicita el pacto entre la medicina y la sociedad, por lo que su futuro pasa por la adaptación continua a los cambios sociales” y, añade, que “este Congreso supone una oportunidad para reflexionar sobre estas y otras cuestiones éticas y deontológicas de la profesión médica, y a partir de estas reflexiones atisbar el camino para una medicina más humana”.
Más información del Congreso en: https://www.comtoledo.org/inicio/vii-congreso-nacional-deontoledo2021/
¿Qué supone para la profesión médica celebrar este Congreso de Deontología en un año marcado por la pandemia?
Este ha sido un año complicado para la profesión médica en muchos aspectos. Por una parte, nos hemos vistos envueltos por una crisis sanitaria que, en los primeros momentos, desbordó al sistema sanitario. Hemos tenido que cambiar la forma de afrontar la relación con nuestros pacientes, pasando de una medicina centrada en la persona a priorizar la salud pública, y de un contacto directo con el enfermo a la práctica de la telemedicina para garantizar su seguridad y la de los propios profesionales.
Por otro lado, la escasez de recursos nos ha obligado a tomar decisiones difíciles, como la selección de los pacientes que se podían beneficiar de determinadas medidas terapéuticas.
Además, la tensión vivida por los contagios y muertes de muchos profesionales sanitarios, la sobrecarga asistencial, la incertidumbre sobre el abordaje de la Covid-19, entre otros, han dado lugar al surgimiento de dilemas éticos no planteados en situaciones ordinarias.
Por ello, el congreso supone una oportunidad para reflexionar sobre estas y otras cuestiones éticas y deontológicas de la profesión médica, y a partir de estas reflexiones atisbar el camino para una medicina más humana.
¿Y para el Colegio de Médicos de Toledo?
Para el Colegio de Médicos de Toledo ha sido todo un reto la organización de este congreso, que en un principio estaba previsto para el año 2020 y que tuvimos que postponer a consecuencia de la pandemia. Además, hemos debido modificar el formato del congreso, ya que inicialmente iba a ser presencial, pero, dada la situación epidemiológica de la Covid-19, al final se ha optado por hacerlo virtual. Para ello, ha sido necesario hacer una adaptación del contenido científico y de la estructura de las mesas, lo que ha implicado un enorme esfuerzo organizativo por parte del Colegio de Médicos de Toledo, el cual hay que agradecer.
Uno de los ejes de este Congreso es abordar los planteamientos éticos y deontológicos surgidos a los profesionales médicos en esta crisis sanitaria, ¿Considera que la pandemia puede influir en la línea deontológica de la profesión médica?
Las crisis sanitarias son recurrentes. A lo largo de la historia se han ido sucediendo epidemias, guerras, desastres naturales y otras situaciones de catástrofe que han planteado cuestiones éticas a la profesión médica.
Estos contextos de excepcionalidad influyen en las relaciones del médico con los pacientes, en la calidad de la asistencia o en la distribución equitativa de unos recursos limitados, entre otras cuestiones, determinando qué es lo correcto y qué debería serlo en cada contexto.
Desde su punto de vista, ¿Qué cambios considera necesarios para dibujar el futuro de la Deontología Médica?
La deontología explicita el pacto entre la medicina y la sociedad, por lo que su futuro pasa por la adaptación continua a los cambios sociales.
Las crisis sanitarias como la vivida por la pandemia recuerdan, más si cabe, el compromiso de los profesionales de la medicina con la sociedad. A pesar de los avances de la medicina, la práctica médica solo es posible en el marco de las reglas éticas. Es por ello que, el futuro de la deontología debe ir en paralelo a los cambios sociales y a lo que la sociedad espera de los profesionales.
¿Cuáles han sido las principales cuestiones éticas a las que se han enfrentado los profesionales médicos durante la crisis sanitaria?
Ha habido varias cuestiones éticas que los profesionales médicos hemos tenido que afrontar durante la pandemia, pero a mi criterio hay tres que son prioritarias. En primer lugar, la toma de decisiones acerca de la priorización de pacientes en una situación límite con recursos escasos, como lo ocurrido con la falta de respiradores al inicio de la pandemia. Otra cuestión sería la relacionada con los tratamientos para la Covid-19 en un escenario de absoluta incertidumbre, con el uso de medicamentos autorizados, pero no aprobados para esa indicación y con dudosos resultados clínicos. Y, en tercer lugar, la deshumanización de la práctica clínica debido a un sistema sanitario desbordado que no pudo hacer frente a la presión generada en los primeros momentos.
Durante la pandemia ha existido la necesidad de priorizar la asistencia sanitaria, ¿Qué implicaciones éticas y deontológicas conlleva para los profesionales médicos?
La situación de crisis vivida durante la pandemia a consecuencia de la escasez de recursos básicos ha comprometido la asistencia a determinados grupos de pacientes. Así, en algunos momentos ha estado limitada la entrada de pacientes a los hospitales o el acceso a una tecnología básica para su supervivencia.
Los artículos del Código de Deontología sobre la calidad de la asistencia y la atención al final de la vida pueden proporcionar una orientación de cómo actuar ante situaciones de escasez de recursos. Las decisiones para distribuir unos recursos limitados deben asentarse sobre la base de la necesidad médica y la probabilidad de beneficios.
¿Cuáles han sido los mayores retos?
El reto de priorizar las actuaciones en el diagnóstico y tratamiento de la Covid-19 para garantizar a los pacientes una atención de calidad, segura, eficaz y equitativa.
La implantación de la telemedicina que ha permitido mantener la atención sanitaria disminuyendo los riesgos para los pacientes y los profesionales sanitarios.
Mantener la calidad en un contexto de sobrecarga asistencial.
El cuidado de los pacientes al final de la vida con una medicina más humana.
La responsabilidad del uso de medicamentos para una indicación que no está en ficha técnica, lo que implica tener pruebas científicas sólidas para minimizar los riesgos de los pacientes.
Ha sido también un reto para las instituciones sanitarias el proveer de las medidas de protección a los profesionales y de los recursos que estos necesitan para responder a las necesidades de los pacientes durante la crisis sanitaria.