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Dr. Fernández-Pro: “La telemedicina debe guardar todas las normas éticas y deontológicas de la profesión médica”

Este lunes se celebró virtualmente el seminario ‘Transformación digital de la Sanidad y los servicios asistenciales’, organizado por la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (FFOMC). Una cita en la que participó el colegiado toledano Dr. Antonio Fernández-Pro Ledesma, presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) 

Reproducimos aquí la entrevista que, al respecto, ha publicado Médicos y Pacientes:

¿Estaba el sistema preparado para prestar asistencia telemática?

No cabe ninguna duda que si entendemos telemedicina como la define la OMS como “la prestación de servicios de salud (en los que la distancia es un factor determinante) por parte de profesionales sanitarios, a través de la utilización de tecnologías de la información y la comunicación (TICs) para el intercambio de información válida para el diagnóstico, el tratamiento, la prevención de enfermedades, la investigación y la evaluación y para la formación continuada de profesionales sanitarios, todo ello, con el objetivo final de mejorar la salud de la población y de las comunidades”.

El sistema si se estaba preparando para ello: existen multitud de ejemplos en los diferentes sistemas de salud y la joya de la corona se la lleva la Dermatología, la cual en su formato virtual va ganando espacios, hasta llegar a desbancar a las consultas presenciales en muchos de los casos.

Otra cuestión es la “Teleconsulta” como la urgente necesidad de adaptarnos a una consulta telemática a distancia, sin presencia del paciente por la pandemia que estamos sufriendo. Esto nos ha provocado inquietud basada en la incertidumbre, generada por un sistema de contacto con el paciente diferente.

¿Es viable la continuidad asistencial por esta vía?

Es un formato que ha llegado con vocación de futuro y sin ninguna duda vino para quedarse. En poco tiempo veremos el gran desarrollo de este sistema y tanto los profesionales como los pacientes verán sus bondades y estimarán sus beneficios.

El sector privado lleva adelanto sobre los sistemas públicos que deben hacer un verdadero esfuerzo de financiación e imaginativo para conseguir que el beneficio de este sistema llegue a todos y no solo a los económicamente potentes. En definitiva, que sea patrimonio de todos.

¿Cómo afecta esta herramienta a la relación médico-paciente?

Todos los sistemas tienen sus pros y sus contras y la Telemedicina también. El principal problema que se puede plantear es la relajación respecto al uso de las normas de la Medicina presencial. Esto no se debe dar y esta nueva fórmula de relación debe guardar todas las normas éticas y deontológicas de la profesión médica. Lo que si debemos tener claro es que debemos avanzar en un “código” de funcionamiento de esta modalidad de Medicina, en el que se guarden todos los modos de seguridad, confidencialidad e intimidad hacia el paciente y salvaguarden esa relación médico-paciente.

¿Qué aspectos positivos presenta?

En los tiempos que corren no cabe ninguna duda que una de las grandes ventajas de esta modalidad, y por qué se ha implantado de una manera tan rápida, ha sido la disminución del riesgo de contagio de pacientes y profesionales al evitar el contacto directo.

La reducción de la presión asistencial en las consultas sin una pérdida de calidad de las misma es una de los valores en alza de la Telemedicina.

Uno de los puntos a favor de la Telemedicina es aumentar la capacidad de los pacientes en la gestión y conocimiento de su enfermedad.

¿Cuáles son los puntos más negativos?

Quizás la equidad de acceso, ya que no podemos olvidar que estamos en una sociedad en la que la “brecha económica” por un lado y la “digital” por otra, marcan claramente una serie de condicionantes de acceso a esta nueva forma de hacer medicina.

Por otra parte, la salvaguarda de la confidencialidad de las historias clínicas y los datos clínicos del paciente, y que la humanización sea en un entorno virtual, son asignaturas que hay que aprobar para imponer este nuevo sistema y que los pacientes se encuentren en un entorno seguro en lo que respecta a la intimidad.

Otros de los puntos que hay que tener en cuenta es la enorme inversión económica que hay que hacer en tecnología e infraestructuras para que llegue a todos.

¿La asistencia telemática ha llegado para quedarse?

No debemos olvidar nuca que el objetivo de la Telemedicina debe ser mejorar la calidad asistencial y que lo único que cambia es la forma de relación, pero no el objetivo. La telemedicina al final es una herramienta que debe estar dirigida y controlada por el médico.